A pesar de todas las críticas recibidas, la sátira política ideada y producida por Marcelo Tinelli, pisa fuerte dentro de la próxima pelea electoral.
Las encuestas demostraron que en la Capital Federal – electorado considerado el más sofisticado y exigente de la república- el 15% de los votantes reconoce que su voto estará influido por la marketinera parodia política.
Gran cuñado: Reality vs Realidad
Por el contrario, el 76 % de los consultados, negó cualquier incidencia del programa sobre la decisión que tomarán en las próximas dos semanas.
Un análisis tendencista podría preveer que este porcentaje aumentaría en el Gran Buenos Aires debido a –lo que denominan- la “permeabilidad” de su población a este tipo de mensajes televisivos.
Para sorpresa y alegría de muchos, en especial de los políticos que siguen el minuto a minuto de las estadísticas, no es un dato menor que uno de cada seis porteños reconozcan la incidencia de este formato en su elección.
Desde su comienzo, este ridículo reality show desató a su alrededor una gran controversia pública y mediática. Las repeticiones de lo sucedido en cada emisión se convertían en tema de estado y no discriminaban canal, horario o tipo de programa. De Santo Biassati a Marcelo Polino, el desfile -aun hoy- es interminable.
Los "maltratados" y los "bientratados" de Gran Cuñado
Si de sondeos se trata, no se puede dejar de someter a alguno de ellos al alma mather de esta polémica creación: Marcelo Tinelli. La pregunta: ¿Cree usted que Tinelli beneficia o perjudica a los candidatos por algún tipo de arreglo económico?. El 44% de la gente aseguró que no, el 30.5% dijo que sí, y el 25.5% entró en la tan conocida clasificación del “no sabe/no contesta”.
Lamentablemente, a dos semanas de las elecciones, gran parte de la gente decidirá su voto basándose más en la simpatía hacia una caricatura que en reflexión sobre las propuestas.
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